Lo que un hombre piensa por James Allen (Capítulo #2)

Capítulo #2 Efecto del pensamiento en las circunstancias

La mente de un hombre se compara a un jardín, que puede ser inteligentemente cultivado o ser abandonado y llenarse de hierbas.
El hombre debe atender el jardín de su mente limpiándola de pensamientos dañinos, inútiles e impuros.
Cada hombre está donde está por la ley de su propio ser.
Las circunstancias nacen de los pensamientos.
El alma atrae aquello que secretamente alberga.
Las circunstancias no hacen al hombre; lo revelan a sí mismo.
Los hombres no atraen aquello que quieren, sino aquello que son.
Luchar contra las circunstancias, significa que el hombre está continuamente revelándose contra el efecto exterior, mientras too el tiempo está nutriendo y preservando la causa en su corazón. Esta causa puede tomar la forma de un vicio consciente o de una debilidad inconsciente.
El hombre está ansioso de mejorar sus circunstancias, peor no está tan deseoso de mejorarse a sí mismo.
El hombre es la causa de sus circunstancias y que, mientras aspira un buen fin continuamente frustra su cometido al estimular pensamientos y deseos que no armonizan con su cometido al estimular pensamientos y deseos que no armonizan con ese fin.
Buenos pensamientos y acciones jamás pueden producir malos resultados; malos pensamientos y acciones no pueden jamás producir buenos resultados.
El sufrimiento es siempre el efecto de los pensamientos equivocados en alguna dirección. Es indicador de que el individuo está fuera de armonía consigo mismo, con la ley de su ser.

Sufrimiento es la falta de armonía mental. 

La felicidad, salud y prosperidad son el resultado de la armonía entre su mundo interno y externo.
Un hombre sólo empieza a ser hombre cuando deja de lamentarse y maldecir y comienza a buscar la justicia oculta que gobierna su vida.

  • Ley: principio dominante del universo.
  • Justicia: espíritu y sustancia de la vida.
  • Rectitud: fuerza moldeadora y motivadora que gobierna el espíritu del universo.
Los pensamientos se cristalizan en hábitos, y los hábitos toman forma de circunstancias.

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